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Porto-Rican Folk-Lore.
413

Quisiera decirte
lo que a mí me pasa,
pasando tormentos
por no ir a tu casa;
y por mi desgracia
estoy prisionero,
estoy sin consuelo
y sin alegría;
por verte, alma mía,
aquí estoy de nuevo.

Tú debes tener
presente en tu memoria
horas de placeres,
recuerdos de gloria,
que sólo la historia
de esta poesía;
recuerdo los días
de amor y ventura,
cuando con ternura
— Te quiero, — decías.

Yo estuve en ausencia
pero no te olvido
porque tú has sido
toda mi creencia;
estoy en tu puerta,
verte es lo que quiero,
te amo con esmero
y con grata ilusión,
y por ver mi amor
aquí estoy de nuevo.

213.

En la planta oscura
había un mudo ciego,
rezando la doctrina
y los evangelios.

Ya viene San Pablo
advirtiendo a todos
que en esto de coros
estamos atrazados;
queridos hermanos
no hay ninguna duda
que mi Dios procura
de darnos aviso
a pobres y ricos
en la planta oscura.

Prendan siete velas
sobre sus espaldas,
si saben ponerlas
les verán las alas.
San Juan nos encarga
que nos enmendemos
que no nos llevemos
de doctrina falsa;
como luego pasa
habla un pobre ciego.

No olvidar lo justo
a San Juan Bautista
que fué el que dispuso
el agua bendita.
San Gabriel predica
por el Padre Eterno
que nos da consuelo
y arrepentimiento;
la hostia y el cáliz
y los evangelios.

Al venir Jesús
a explicarnos cosas
clamamos entonces
por la Santa Cruz,
porque ésa es la luz
de toda criatura.
Esa es la escritura
de nuestro Señor,
y es la primer flor
en la planta oscura.

Al verse salir
al mar de su centro
sin conocimiento
vamos a morir;
hermanos, venid
a tomar consejos
no vivir perplejos;
que las profecías
están ya cumplidas
habla un pobre ciego.

Ya se llegó el día
de irnos enmendando
que los doce apóstoles
están predicando;
nos están alumbrando
con la luz del cielo,
nos traen consuelo
y nos dan de aguinaldo,
la hostia y el cáliz
y los evangelios.