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Journal of American Folk-Lore.

37.

Si el querer bien se pagara
cuanto me fueras debiendo,
pero como no se paga
ni me debes, ni te debo.

Era una serpiente astuta
más que ningún animal,
que con una voz singular
a Eva le hizo una pregunta;
que comiera de la fruta
de la que en el huerto estaba,
de la que Adán le privaba
para que no se murieran;
y entonces contestó Adán:
— Si el querer bien se pagara.

De los árboles del huerto
yo cogí todos los frutos,
pero del que estaba en medio
que era un árbol absoluto,
tiene rico sabor y gusto,
por eso es que lo cogemos,
porque sé que si lo comemos
no causara grave pena,
y como si fuera una deuda
cuanto me fuera debiendo.

Pregunta Adán a la serpiente
que ya ellos habían comido
del árbol prohibido.
Se cubrieron con las hojas
porque habían sentido rumor
y Dios les había prohibido
que comieran de esa manzana;
grandes, chicas y medianas,
maduras tenían que ser;
y me quedarás a deber
pero como no se paga.

Sintió Adán por el aire
las voces de un Soberano,
y se ha venido a sentar
bajo las ramas de un árbol.
Respondió Adán ocultado,
Cristo lo llamó de lejos.
— ¿Dónde ustedes se escondieron?
— Porque andábamos desnudos
y vamos a gozar del mundo,
que ni me debes ni te debo.

38.

Estudiantes es muy serio
el asunto de barrer;
pues no debemos querer
que se establezca el imperio.

Se nos dice, carpinteros,
en la ley obligatoria
que cambiemos nuestra historia
de estudiante a barrendero;
pero queremos primero
que nos digan en su imperio
si por estos hemisferios,
donde reina la verdad,
no tenemos libertad
de decir que esto es muy serio.

Estudiantes, preguntemos
si es ley del comisionado
o es ley del profesorado
por deber lo que tenemos
y decir que no queremos
esa ley obedecer;
pués no debemos querer
que esta hermosa juventud
se lance a la esclavitud
empezando por barrer.

En escuelas de San Juan
no se ha visto nunca eso,
porque en ellas hay progreso
como en Ponce y San Germán,
donde los jóvenes van
a estudiar y no a barrer;
y si vamos a acoger
los errores de esa ley
iremos a ser la grey
que no debemos querer.

Seamos hombres algún día,
conservemos nuestro honor,
y digamos que es mejor
libertad que tiranía.
No existe la monarquía
en occidente hemisferio,
y como el asunto es serio
para todo ciudadano
decimos a tregua y mano
que no queremos imperio.