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Journal of American Folk-Lore.

que usted debe de ejercer;
compre tinta y papel
para que usted haga un expediente,
porque entre Carlos y Piñero
me quieren tumbar un diente.

Siete pesos le costó
la chaqueta y los botones,
sin contar los pantalones,
pero le faltó el reloj.
El dice: — Me cago en vos,
con un carácter muy frío
por causa de los enredos
que le contó Saturnino;
me he de sentar en casa
o he de perder el destino.

179.

Ese vapor castañero
me venía a incomodar,
porque Pepe el aduanero
me viene a mí a llamar.

Traigo las leyes rectas
que me las dío al marina,
voy a plantar mi oficina
y a comprar una escopeta,
para pegarle un tiro
a aquel que conmigo se meta.
A nadie le pido un real
para comerme una arepa,
y voy a mandar a la cárcel
al tío Pancho Gansambeta.

180.

Cansado yo de correr
y enfadado de enredar
me puse a considerar
lo que debía de hacer.

Me casé con una beata
por tener algo con Dios,
pero al revés me sucedió
que de mácula cojeaba;
de cabeza me cargaba
sin que yo lo supiera;
rezando estaba con Pablo
recostada en un retamo;
su rezar de ella no me gustó
empezándomela a pegar.

Con ella cargó el diablo
y a mí poco me fálto.
De verme tan mal parado
estaba que me moría;
todo el mundo se reía
de verme tan engañado.
De una beata burlado
que podría hacer yo;
pero al fín se descubrió
y el diablo se la llevo.

181.

Dime con animación
si lo sabes con certeza,
¿dónde adquirió las fuerzas
el calosermo Sansón?
Quiero que me des razón
del famoso templo de hurnas,
¿cuántas fueron las columnas
guarnecidas de damasco?
O si eres nogromántico
¿qué parca tiene la luna?

Como que vieron bajar
en las llanuras de Almería,
¿dónde se chocaron las peñas
por un misterio fatal?
¿Cómo se vieron bajar
en una noche sin día
por el sendero que había
para entrar al monumento?
¿Qué altura tenía el cemento
del templo de Jeremías?

182.

La mujer es una fiera,
según yo lo tengo visto.
Ellas pegan su cuernito
aunque la vieja no quiera.

Yo conocí una casada,
en esto no me equivoco,
que tenía su marido loco
de los cuernos que colgaba.
Cuando a su casa llegaba
de esta manera él decía
— Mi vidita, yo quería
solita dar un paseo.
Y según lo que yo me creo
la mujer es una fiera.

183.

Sin dinero no hay caudal,
y sin caudal no hay potencia.