Hurra, salud á la divina madre
Que en su mente sublime engendró altiva
La gran locomotiva,
El Mesías de fierro, el gigantesco
Arado, en cuyo surco brota inmensa
La cosecha sagrada de los libres,
Y abandonando el fatigado suelo
Lanza espirales de humo, en donde pura
La oracion del trabajo sube al cielo.
En el zodiaco augusto de los tiempos
Mantendrá, Dios con su mirada austera
La gran constelacion donde fulgura
La luz continental de su bandera;
Y el dia en que se escondan para siempre
Romas y reyes, dulce y apacible
Del hurra de los pueblos se desprenda
Rechazando el cortejo funerario
La libertad, lucero en el Calvario
Y sol en la conciencia de los siglos."
The banquet ended at midnight, the guests of the opposite nationalities taking the little flags of Mexico and the United States, which adorned the table, away with them as souvenirs.
